Con la temporada navideña acercándose, es importante pensar en el hecho de que, con frecuencia, los regalos bienintencionados eventualmente llevan a más estrés, tanto para el regalador como el receptor. Tanto es así que con el tiempo, hay cada vez más personas que deciden regalar experiencias en lugar de regalos materiales. Esta se ha convertido en la forma de actuar de muchas familias … ¡y los resultados son sorprendentes!
Incluso en el último minuto, un regalo de experiencia puede ser fácil de organizar, reflexivo y gratificante tanto para el regalador como para el receptor. Ir al cine en familia, apuntarse a clases de pintura, hacer cerámica, aprender a bucear, o simplemente recibir un “día de spa” casero y una noche de descanso… estos son recuerdos y experiencias que no tienen precio y que duran toda la vida.
Dar un regalo que dura
Que no se malinterprete … Es genial dar regalos y siempre se disfruta encontrando, envolviendo y dar el regalo perfecto a un familiar o un amigo. Aún así, también existen consecuencias: el papel y los juguetes por todo el piso, los jaleos de si va a gustar o no, los niños quejándose de tener que recoger sus juguetes …
Como todos los padres han experimentado inevitablemente en algún momento, la alegría de los regalos materiales se desvanece rápidamente e incluso los juguetes navideños más esperados pronto se convierten más en una tarea para limpiar que otra cosa.
Lo que lleva nos lleva a la siguiente pregunta …
¿Nos estamos ahogando en demasiadas cosas?
El éxito dramático del libro La magia del orden : herramientas para ordenar tu casa– ¡y tu vida! proporciona un indicio de que tal vez muchos de nosotros sentimos que simplemente tenemos demasiadas cosas (breve resumen del libro = tirar la mayor parte).Resulta que, probablemente sea así.Piensa por un segundo en la casa de tus abuelos cuando crecías. Si era algo parecido a la casa de los míos, probablemente era una casa pequeña con armarios incluso más pequeños. Y los armarios no estaban tan llenos. ¡Y criaron seis hijos en esa casa! Tampoco necesitaban soluciones drásticas de almacenamiento y organización o unidades adicionales como un alquiler de almacenamiento. ¿Realmente tenemos muchas más cosas que las personas hace dos generaciones? Sí …
Más ropa
Nuestros abuelos tenían un promedio de nueve prendas de ropa que combinaban con una maestría absoluta, incluyendo ropa de vestir y ropa de trabajo.Ahora, tenemos un promedio de 30, más una gran cantidad de ropa extra que no califica como “atuendo”.
La familia PROMEDIO gasta 1,700€ anualmente en ropa mientras da o tira más de 200€ de ropa por año. Más juguetesEsta es la parte que realmente sorprende …Un niño promedio en un mundo desarrollado tiene más de 100 juguetes, ¡pero solo juega con 6 de ellos por día! ¿Incluso más loco? ¡Solo el 3% de los niños del mundo viven en los EE. UU., Pero son dueños de más del 40% de los juguetes del mundo!
Si te hace feliz …
Esas asombrosas estadísticas sobre la cantidad de cosas que todos poseemos no preocuparían tanto si pareciera que el exceso de cosas mejora nuestras vidas de alguna manera o nos hace más felices, más sanos o más cercanos a nuestros hijos … pero ese no es el caso. Tenemos y consumimos el doble de bienes materiales que hace 50 años, pero estadísticamente somos mucho menos felices.
¡El 54% de nosotros declaramos que estamos abrumados por el desorden y el 78% de nosotros no tenemos idea de cómo superarlo!
¿Por qué regalar experiencias no cosas?
Muchos estudios han demostrado que las posesiones materiales no equivalen a la felicidad y que las experiencias son mucho más intrínsecamente satisfactorias que las cosas. (Bonus: ¡no tienes que encontrar un lugar para almacenar experiencias excepto en tu corazón, memoria y tal vez en un álbum de fotos!)
Un investigador llamado Thomas Gilovich en la Universidad de Cornell ha pasado más de una década tratando de comprender por qué las experiencias tienen la capacidad de contribuir a la felicidad mucho más que las compras de materiales. Junto con otro investigador, Matthew Killingsworth, publicó esta investigación en el Journal of Psychological Science que muestra que las experiencias proporcionan una felicidad más duradera que las posesiones materiales.
Básicamente, llegaron a la conclusión de que las personas tienden a sentirse menos felices con las compras de materiales a lo largo del tiempo y más felices con las experiencias. Especulan que esto se debe a que nos adaptamos a las cosas físicas, por lo que incluso el mejor coche o el teléfono más nuevo se convierte en algo sin importancia después de un tiempo suficiente, mientras que los recuerdos tienden a ser más duraderos en el tiempo. Así que podríamos entender que decidieras regalar una maleta para empezar a hacer viajes de continuo como regalo de experiencias.
¿No es fascinante?
Regalar experiencias: la importancia para los niños
Tan importante como para los adultos, las experiencias compartidas son aún más importantes para los niños y para un desarrollo psicológico saludable. De hecho, compartir el tiempo en familia (incluso en cosas simples como una cena en familia) es drásticamente importante para el bienestar de un niño (mucho más importante que las docenas de actividades extracurriculares en las que a menudo descuidamos el tiempo familiar).
El tiempo y las experiencias familiares compartidas se han vinculado a:
• vinculación dentro de la familia
• menos problemas de comportamiento en los niños
• un fuerte sentido de identidad
• Un sentido de seguridad para los niños.
• mayores tasas de éxito académico
• menores tasas de violencia
Por supuesto, estas experiencias compartidas pueden ser tan simples como el tiempo que pasamos juntos durante la preparación de las comidas, mientras conducimos o leyendo historias antes de ir a la cama, pero priorizar las experiencias compartidas como regalos para parejas ayuda a reducir los elementos materiales no deseados y fomenta la unión familiar.
Regalar experiencias: Conclusión
Incluso si ya has pensado en comprar los regalos para este año, considera añadir algunas experiencias también o hacer una transición lenta a más regalos basados en la experiencia a lo largo del tiempo. El tiempo y los recuerdos familiares valen mucho más que los regalos, y estadísticamente, dar experiencias puede ayudar a reducir tus niveles de estrés y contribuir a la unión familiar.
